Escribo esto una semana
antes de que el equipo Sub23 de México participe en el Mundial de Londres.
Resalto esto porque sin importar lo que pase en esos seis días mundialistas
creo que el equipo ha logrado como selección lo que muchos clubes buscan, entendimiento,
intensidad y una meta clara.
Tuve la oportunidad de ser parte del grupo de entrenadores (directores
técnicos) que ayudo a llevar este proceso y puedo decir que he aprendido mucho
más de lo que he podido aportar. El equipo ha podido dar los pasos más
importantes para enfrentar la justa mundialista y es ahí donde he aprendido
sobre compromiso, convicción y disciplina.
La Sub es sin duda una
selección del mejor talento de la categoría, tal vez algunas personas podrán
decir que faltan uno o dos jugadores, con lo cual podríamos entra en un debate
interminable de gustos por su juego, compromiso y carácter. Pero de todos los
jugadores disponibles (por edad) estos que van son sin duda la selección que
mejor puede representar a México.
Alrededor de 50 jugadores
se presentaron en la primera concentración que tuvo el proceso, había de todos
los niveles tanto de nivel de juego como habilidades físicas. Todos los que
estábamos ahí sabíamos que ni la mitad de los presentes iban a terminar el
proceso, sin embargo, buscábamos 20, veinte comprometidos.
Para la segunda concentración ya se empezaba a mostrar el compromiso dentro del equipo, jugadores que viajaron kilómetros y horas para estar con el proyecto vs jugadores que buscaron cualquier excusa para no asistir y salieron toda clase de excusas. Las excusas son fáciles, llegar es difícil.
Los jugadores que
asistirán al torneo, sintieron un llamado y acudieron, ese llamado podía ser
diferente para todos, algunos, pues, querían ir a Londres, algunos querían
representar a México, algunos les encanta competir y querían competir contra
los mejores y la mayoría tenían las tres (obviamente no
estoy contando a los que mencionaron que se iban a rifar para conocer a las
suecas, inglesas o italianas… ¬¬). Desde ahí, unos más que otros, se
comprometieron y ese compromiso que han mostrado tuvo la suficiente fuerza para
jalar y comprometer a otros.
Un puñado de jugadores se
visualizó en el torneo y se atrevieron a cruzar el puente. Entendieron que
nadie los iba a llevar, que si se iba a lograr iba a ser porque ellos lo harían
suceder, armaron planes, se pusieron a chambear y tomaron el control de su
destino (ok, esa frase está un poco cursi, pero realmente fue lo que pasó). De
los pocos equipos que he podido entrenar, nunca había visto tanto compromiso
para lograr algo.
Nada es más fácil que entrenar a jugadores con la intensidad bien
enfocada. Jugadores que entienden que para mejorar tienen que ser intensos, disciplinados e inteligentes, su curva de
aprendizaje es mucho más rápida y revolucionada.
Después de 5 horas de entrenamiento táctico, donde las cosas se repiten una y
otra, y otra… y otra vez, es difícil mantenerse enfocado, sin embargo, la clave
del éxito en ese departamento fue la intensidad y el compañerismo, no dejar que
el otro claudique, mostrar con el ejemplo, ser líder y lograr que la gente te
siga. Muchas personas que he conocido han querido ser líderes y que la gente lo
siga, pero la diferencia esencial es “¿te siguió alguien?”. Los capitanes sin
duda fueron líderes, pero, hubo un grupo apoyaba y guiaba junto con ellos.
Cuando empezó el proceso
había varias metas entre los entrenadores, buscar enseñar cosas básicas que en
el ultímate mexicano no hacemos, mostrar las bondades de un sistema ordenado,
quitar malas mañas y crear un EQUIPO que jugara bien y que se viera bien.
En esta primera parte del
proceso se pudieron lograr varias cosas, la defensa de los jugadores pasó de
ser una defensa solamente intensa a una defensa inteligente e intensa, pudiendo
jugar varios estilos de defensa y teniendo los conceptos básicos para poder
entender cualquier futura defensa que pudieran aprender.
En ofensa los jugadores aplicaban un sistema de dump y de cortes que permitían
atacar de forma consistente como equipo y no solamente por las individualidades
que se pudieran presentar. No me mal entiendan, gracias a ese trabajo de
equipo, pudimos explotar realmente las individualidades como un arma y no como
un recurso.
Sistema Ordenado
La mayores cualidades de
un sistema ordenado ya sea defensivo u ofensivo son ahorro de energía, poder
explotar a tus jugadores más rápidos, aprovechar realmente a un buen handler y,
lo más importante, liberar espacios. Un
sistema bien hecho y ordenado debe hacer parecer que hay más campo o que el
campo es más grande. Dejamos de jugar a pasesitos desordenados y “ágiles” y
comenzamos a ganar metros reales con cada pase, obtener posiciones ventajosas
reales con el sistema de dump y no solamente mantener el disco vivo. Los
jugadores jugaban con inteligencia y aprovechaban esa intensidad. Los capitanes
supieron explicar los procesos, los cortes y los espacios y el resto del equipo aplicó la teoría hasta tener un sistema en el que se sintieran cómodos.
Quitar Malas Mañas
La peor maña que tenemos
en México, a mi parecer, es jugar flojo disque inteligente y no jugar intenso y
rápido. Los jugadores corregían una y otra vez, ya sea por video o en el campo,
las malas mañas que veían en sus compañeros, a veces con bromas a veces con
regaños, pero siempre lograban quitarlas. En la defensa dejamos de pouchear “inteligente” para defender
comprometido. El ejemplo entre los jugadores ayudaba a que cada quien
entendiera su rol en el equipo y lo ejecutara. Dejamos de hacer pases para
lucirse y comenzamos a hacer pases para anotar. Un equipo que quiere jugar
bien, siempre es el mejor remedio para quitar malas mañas, si un equipo sigue
con malas mañas, tal vez, no quiere mejorar realmente. Es imposible querer
cambiar y mejorar haciendo las mismas cosas de siempre (no sé quién dijo esto,
pero es la verdad, Facebook dice que Einstein, pero yo no le creo a Facebook).
Jugar Bien.
Juguemos ultímate y no echemos el disco. Jugar ultímate requiere velocidad y
disciplina, echar el disco tirar bonito y echar la hueva. Jugar ultímate te
lleva a crear una unión de equipo y un sistema realmente ofensivo, echar el
disco hace que una persona se vea bien y rara vez se anote. Jugar bien ultimate requiere de la
intensidad, inteligencia y compromiso de los jugadores que tiene este equipo.
La primera parte del
proceso término, sabemos que hay muchas cosas por aprender y mejorar, ahora, queda la segunda y la más importante. Nuestra selección de ultímate va a representar a una comunidad que está creciendo, pero, realmente
creo que estos jugadores representan lo mejor de esta comunidad. Hay liderazgo
bien enfocado, intensidad que inspira,
EDJ para competir de manera justa y leal, pero lo más importante, hay COMPROMISO,
compromiso por hacer bien las cosas y un compromiso por entender el peso que es
representar a una comunidad.
Fotografía TD Ultimate |